El mundo se divide en dos grupos de personas: quienes aman limpiar y quienes sienten una gran pereza al hacerlo. Para mucha gente, limpiar ayuda a disolver tensiones y también a despejar de pensamientos su yo interior. Para otros, en cambio, asear es sólo quitar suciedad que en poco tiempo vuelve a aparecer.
Cualquiera sea tu caso, hay una reciente información que debes conocer: una nueva investigación indica que debemos hacerlo aunque no nos guste demasiado, y no sólo por el orden del hogar.
Según un amplio estudio llevado a cabo por la Universidad de Duke de Carolina del Norte, el polvo acumulado en casa podría estar engordándonos de manera paulatina.
[También te puede interesar: El black detox: la moda de teñir de negro los alimentos]
Sí, así como lo lees: no solo la alimentación pobre y el sedentarismo amenazan tu salud, sino que el polvo también influye en tu peso. Según la investigación, el polvo contiene unos compuestos químicos conocidos como EDCs (disruptores químicos-endocrinos), que pueden tener un efecto poco predecible en nuestro organismo.
¿Por qué el polvo engorda?
El polvo está compuesto por estos compuestos llamados EDCs que, lentamente, interfieren en la producción de ciertas hormonas y favorecen la acumulación de grasa en las células. Sin mayores vueltas: esto nos hace engordar.
El tema es claro: ningún hogar está a salvo del polvo, por lo que debemos asear activamente toda nuestra casa. Además, es destacable considerar que los EDCs perjudican más a los niños que a los adultos.
AHORA QUE SABES ESTO, ¿LIMPIARÁS CON MÁS FRECUENCIA? ¡CUÉNTANOS!
Fuente: