A los 32 años, Fernando Savater ya era un profesor de filosofía reconocido y había publicado cerca de diez libros. Tal como estás pensando, a una edad temprana ya era una luz en su carrera.
Desde esta época en adelante es cuando se comienza a hablar del “hombre invisible” como un personaje que todos y todas desean ser. La invisibilidad, y la impunidad que regala esta característica, fueron deseadas por todos en muchos momentos de nuestra vida.
Lo escribimos en pasado ya que, hoy por hoy, no conocemos a casi nadie que quiera ser realmente invisible. Ni siquiera en términos de súper poder.
En relación a esto, en los años 70, Guy Debord ya había notado que las sociedades modernas se convertirían en sociedades del espectáculo, en donde todo lo que una persona haga, tenía el objetivo de generar imágenes destinadas al consumo. En pleno auge de la selfie y del Instagram, el pronóstico de Guy es más que acertado.
Por otra parte, y volviendo a Savater, existe una descripción igual de sorprendente y precisa que se vincula con el fenómeno que vivimos hoy en día.
“Creo que la arrogante exigencia de que nos vean vivir es el vicio capital en nuestra relación con los demás; nos impide contemplar la vida de los otros o convierte tal ejercicio en desasosegada comparación, en búsqueda de refrendo o infidelidad, en prevención de las ofensas de leso espectáculo contra nuestra propia exhibición. Ser vistos es lo que nos impide ver: lo que vemos sólo cuenta para nosotros por relación a lo que mostramos.
Aunque fue escrita hace más de 40 años, estas pocas líneas expresan que en nuestra ansia por ser vistos, hemos perdido la capacidad de mirar. Esto parece estar escrito ayer, con tantas personas obsesionadas con que los demás vean cómo viven sus vidas.
La foto del viaje, el primer plano a tu plato de comida, donde estás en este momento, qué tan bello o bella es la persona con la que compartes tu trabajo o tú intimidad... ¿te dejan tiempo y lugar analítico para observar?
Si todo lo vives a través de una pantalla ¿realmente estás mirando la vida?