Las redes sociales se han convertido en las nuevas plazas públicas y han reemplazado a diversos foros de discusión. La política se discute en Twitter y en cierta manera, podríamos pensar si Google está reemplazando a las bibliotecas. Por supuesto que Facebook, junto con Twitter e Instagram, son los lugares en donde nos informamos sobre el mundo y sobre quienes conocemos. Todo esto nos hace perder el contacto real y el espacio para una reflexión un poco más profunda.
Sobre esto, el teórico de medios Nicholas Carr, en una reciente entrevista con el diario El País, hizo énfasis en el aspecto de superficialidad que domina en las redes. Sobre Twitter, específicamente, dijo: "Ofrece, por tomar prestada la frase del filósofo John Gray, un refugio para la insignificancia". Y sin embargo, es en Twitter en donde se gesta mucha de la política de hoy en día.
"Las redes sociales son inadecuadas para el discurso político", asegura Carr, y agrega: "Fomentan la superficialidad sobre la profundidad, la emoción sobre la razón y el pensamiento grupal por encima del crítico. Su diseño auspicia que se extienda rápidamente la propaganda y la desinformación".
Carr se sumerge un poco más en esta problemática y agrega que "es una tontería pensar que la tecnología es neutral. Tiene un sesgo, nos empuja a comportarnos y a pensar de una manera determinada". Si bien la tecnología es programada por nosotros, los humanos, cada plataforma y cada aplicación tiene una intención y refleja determinados valores.
En particular, Carr es un fanático del análisis vinculado a Google. Desde su punto de vista, para esta gran compañía, nuestra mente no es más que un producto industrial. Es por eso que pone su foco en la velocidad y el volumen de consumo de la información.
“Lo que les está faltando es una apreciación de cómo nuestro cerebro transforma los fragmentos de información en conocimiento de calidad. Al bombardearnos con data, exceden nuestra capacidad de pensar de manera más profunda, crítica y conceptual”, destaca Carr.
La mirada de Carr nos puede ayudar a estar más atentos a los efectos que puede generar el excesivo de estas plataformas. Hacer pausas puede ayudarte a balancear tu día.
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