Los miedos, rechazos y falta de confianza pueden condicionar el trabajo por el amor propio y la seguridad en uno mismo. De nada sirve que nos veamos bien por fuera, si por dentro no lo estamos, si el miedo nos invade y no nos valoramos como persona.
Pero un día llega la necesidad de sentirte en paz con quien eres y de disfrutar de tu compañía. No desperdicies el tiempo reprochándote, es momento de aprender a lidiar con tus defectos y a aceptarte. Nadie es perfecto, pero estar feliz con lo que eres es un trabajo cotidiano y también colectivo.
Es momento de saber si te estás valorando a ti mismo.
1. El reflejo del espejo eres tú
Admirar cada parte de nuestro cuerpo y que nos encante como luce, es un buen síntoma. La inseguridad y horror que sentíamos en cada foto y en los espejos desaparece después de tanto tiempo. Al fin logramos encontrar la belleza de nuestros defectos y el encanto que poseemos. Ahora eres tú mismo, te aceptas y te amas.
2. ¿Quién necesita aprobaciones?
Nunca nadie nos aprobará de los pies hasta la cabeza. Muchas veces es justo eso lo que se nos complica asimilar. No vivimos de la opinión y aplausos de otros. La única opinión que necesitamos es la nuestra.
3. Todos somos uno
Debemos ser capaces de aplaudir los logros ajenos, en vez de querer que todo el éxito sea nuestro. Todos pueden y merecen tenerlo también. Debemos ayudar a los otros a que cumplan sus objetivos y dejar la envidia de lado. Es una sensación hermosa la de alegrarse sinceramente por los demás.
4. Ya no eres duro contigo
Ya dejamos de exigirnos la perfección, de reprocharnos. Ya aceptamos que no somos nada más que seres humanos. Podemos equivocarnos, levantarnos y continuar. Los importante es cuidarnos, ser dulces con nosotros mismos, amarnos, protegernos y abrazarnos, y dejar el miedo y el enojo atrás cuando algo no sale como esperamos. El pasado es parte de otro tiempo y sabemos qué hacer para ayudarnos a nosotros mismos levantarnos.
5. Relaciones sinceras
Ya comprendimos que una relación no nos hace más valiosos, y que debemos valernos por nosotros mismos. Es hora de dejar de buscar a alguien para no sentirnos en soledad. Es importante aprender a disfrutar de nuestra propia compañía. Es mejor dejar que todo fluya y disfrutar sinceramente de quienes nos hacen bien.
Nadie es experto en el amor propio, estamos en constante aprendizaje. No importa cuanto cueste, no dejes de intentar.
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