Cuando una relación termina, en algunos casos suele haber rencor, enojo, coraje e incluso odio si hubo mucho dolor; la diferencia es cuando deciden no vivir con sentimientos negativos y superarlo de la mejor manera o, por el contrario, están los ex’s que hacen todo lo posible para vengarse. El problema es cuando hay hijos de por medio, pues siempre habrá ese lazo que los una para toda la vida por el simple hecho de ser padres, pero, ¡ojo!, esto no quiere decir que ellos deban estar involucrados en sus problemas como pareja, mucho menos en lo que ahora sienten uno por el otro.
Muchas veces es ese odio el que lleva a las personas a expresarse terrible del otro y lo peor es cuando lo hacen enfrente de sus hijos, pero, para ser sinceros: un verdadero hombre jamás hablaría mal de la madre de sus hijos. Hablar mal del papá o de la mamá no los hace mejor, al contrario, sólo lastiman a los niños de manera permanente, afectando incluso su identidad, autoestima y hasta sus relaciones con otras personas.
Cuando el padre es quien tiende a hablar mal de la madre, podría tratarse de un asunto muy delicado porque está mostrándose como ejemplo, por lo que, es probable, que los hijos normalicen ese comportamiento: en caso de lo varones, que es correcto hablar mal de las mujeres, y en caso de las niñas, ver normal la violencia verbal. Además, es muy probable que, después de escuchar a papá, los niños tomen la decisión de rechazar a su mamá.
Por qué un hombre no debe hablar mal de la mamá de sus hijos
Simplemente porque es un humano y merece respeto. Es la mamá de sus hijos, no tiene por qué hacerla menos.
No querrá lo mismo para su hija, ¿cierto?
No se involucra a los hijos en los asuntos privados de ambos, es decir, si tienen algún conflicto, lo mejor es que lo arreglen en privado.
Hay dos opciones: los hijos rechazan a la mamá o, viceversa, rechazan a su padre por hablar mal de ella.
Es probable que los hijos tengan relaciones inestables en un futuro.
Sí, no es nada extraño que los matrimonios o relaciones en general no funcionen, si no son felices juntos, la mejor decisión es tomar caminos separados, sin embargo, los hijos no tendrían que salir afectados por problemas íntimos de sus padres, esto podría traer consecuencias graves en ellos y en su futuro.
Si te sentiste identificado o identificada con la situación, lo mejor es que veas por tus hijos y te des cuenta de que actuar negativamente sobre tu ex, frente a ellos, puede repercutir negativamente en su crecimiento. Si creen que quedaron asuntos sin resolver durante el fin de su relación, entonces háblenlo en privado sin perjudicar a los niños.
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