Tanto se habla de las complejidades del sistema reproductivo femenino que, por poco, lo conocemos de memoria. Ahora bien, ¿qué características tiene la fertilidad masculina? ¿Qué sabemos del esperma?
El esperma muta a través de los años
No es novedad que, a medida que pasa el tiempo, la calidad y cantidad de espermas varía en la anatomía masculina. (cita) Hasta hoy, se consideraba que, recién a los 55 años, el hombre podría comenzar a disminuir su potencia a nivel fertilidad.
Con el paso del tiempo, la calidad y cantidad de espermas varía en la anatomía masculina. Un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, que ha revisado el esperma de hombres entre los 22 y 60 años, afirmó que los riesgos comienzan a partir de los 35 años y son significativos a partir de los 45.
¿Por qué sucede?
La dinámica de un sistema reproductivo masculino saludable es bastante lógica. Las células espermáticas más viejas están programadas para morir y dejar el camino libre a las nuevas células, más fuertes y sanos.
Según este estudio, luego de los 35 años, la muerte de los espermas dañados disminuye. Esto se debe a que los espermatozoides defectuosos no son eliminados con la misma regularidad que en los hombres jóvenes. Así, es probable que luego de los 35 años, en su “inventario”, el hombre posea espermatozoides menos fuertes.
Cambio de paradigma
Especialistas aseguran que, como muchos centros de fertilidad están dirigidos por ginecólogos, al aparecer un conflicto de fertilidad, se focaliza en las condiciones de la mujer. “Esto es un error ya que el 50% del proceso es responsabilidad del semen. El papel del padre en la gestación es más importante de lo que creíamos” confirman.
Los bebés nacidos de hombres de 45 años o más, tendrían un 14% de probabilidades de nacer prematuros.
¿Cómo mantener espermatozoides saludables?
Hay distintos factores y hábitos que pueden ayudar a la salud del sistema reproductor masculino. Si bien la respuesta está en la genética, también existen factores ambientales. Aquí te dejamos algunos consejos:
- Moderar la ingesta de café
- Dejar de consumir tabaco
- Cuidarse del sobrepeso
- No exponerse a altas temperaturas constantes (sauna, baños calientes, etc)
- Evitar el uso prolongado de computadoras portátiles en el regazo