Claramente si hablamos de lenguaje, creemos que sólo puede ser posible en seres vivos con cierto desarrollo intelectual. Esto por lo general, sucede ya asociamos de manera directa los términos lenguaje y cerebro.
Sin embargo, tienes que saber que existen otros seres vivos que en este momento están desarrollando su propio lenguaje para subsistir y comunicarse. ¡El mundo que existe debajo de nuestros pies al ingresar a un bosque podría sorprenderte mucho!
Los árboles poseen “su internet”
La ecóloga reconocida, Suzanne Simard, fue la responsable de recopilar toda la evidencia científica comprobada para avanzar en esta idea tan fascinante. La “red subterránea” que tejen los árboles que pertenecen al mismo bosque, circulan mensajes relacionados a clima, a amenazas cercanas, a la necesidad puntual de nutrientes que posee un árbol, entre otras.
Esta red, que es comparada con Internet con fines pedagógicos, está compuesta por las raíces de los árboles y con una especia de “hongos transmisores” que se generan en ella.
La investigadora, quien se tomó más de 30 años de trabajo en los bosques de British Columbia (Canadá), los árboles se envían mensajes a través de los hongos mediante químicos. Estos químicos entonces, cambiarán los elementos de la tierra que los rodea (particularmente carbón, agua y nutrientes) facilitando sustancias que a un árbol le sobran y que le faltan a otro del mismo bosque.
La vida social de estos increíbles habitantes del mundo también fue investigada por Peter Wohlleben, quien asegura que existe una cooperación indudable dentro de la red. En detalle, Peter cuenta que en Alemania, su país de origen, se encontró con un espécimen de más de 500 años de edad que “ya debería haber muerto hace tiempo pero, gracias al trabajo colectivo de sus árboles vecinos que lo alimentan día a día, este sigue sano y en pie”.
¿No te parece que sería ideal que copiemos este modelo de red de lenguaje de los árboles? En estas épocas, más que nunca, podríamos aprender de la naturaleza: nuestra reina de la vida.