Aún hoy, a pasos de 2019, en algunos lugares del mundo aún existen personas con acceso limitado de la información. Esto, muchas veces, deja lugar a superstición, incluso sobre temas tan estudiados como el embarazo.
Un claro ejemplo es el reciente caso que ocurrió en Filipinas. Durante meses, la población de Alabay, estuvo conmocionada al creer que Kimberly, de 17 años, estaba “embarazada de un pez”. ¡Así como lo lees! ¡De un pez!
¿Por qué de un pez?
Por más de 7 meses, la filipina aumentó 10 kilos y vivió como su vientre crecía de manera notable. En declaraciones a sus allegados, Kimbery aseguró que la dulce espera resultaba imposible ya que nunca tuvo relaciones sexuales.
Pronto, los aldeanos conectaron esta historia con una antigua superstición un tanto machista. “Las mujeres no debían nadar en los ríos o en el océano durante su menstruación y ni siquiera 5 días después, porque podría atraer peces depredadores o contraer posibles deformidades”.
Al realizarse la primer ecografía, Kimberly obtuvo noticias no muy alentadoras. La joven sufría de un quiste ovárico de un tamaño impresionante. Sin embargo, los aldeanos no creyeron esta versión al ver la fotografía del estudio. Ellos veían fervientemente la silueta de un pez.
Luego de varios estudios, los médicos tuvieron que refutar públicamente que se trataba de un quiste ovárico para despejar supersticiones. En la actualidad, los familiares de Kimberly recaudan fondos para la cirugía de extirpación del quiste. Su deseo es avanzar con la operación antes de que el panorama se complique.
¿Cómo identificar un quiste ovárico?
Este problema es más común de lo que se cree. La mayoría de los quistes ováricos son inofensivos, no causan molestias y desaparecen en unos pocos meses sin intervención médica. Sin embargo, en algunos casos, al ser una patología silenciosa, pueden traer consecuencias graves.
El quiste ovárico se trata de un desajuste de las hormonas sexuales de la mujer.
Estos cambios hormonales dificultan la liberación natural de los óvulos, ubicándose en el ovario por tiempo indeterminado.
Según la Organización Mundial de la Salud, entre el 4% y el 8% de las mujeres del mundo poseen este diagnóstico. Si bien no posee cura, existen diversos tratamientos que, tomados a tiempo, logran gozar de una vida sin problemas.