Todos queremos, en mayor o menor medida, ser exitosos en algo. Y no se trata aquí del éxito como un sinónimo de fama. Sino que nos referimos a alcanzar algún objetivo que nos hemos propuesto: terminar una carrera universitaria, conseguir un nuevo trabajo o tener la casa que soñamos.

Sea grande o sea pequeña, cualquier ambición es importante para nosotros y alcanzarla puede ser una verdadera alegría. El problema es que muchas veces vemos ese sueño tan lejano que lo descartamos sin más. “Es imposible”, sentenciamos y pasamos a otra cosa.

Sin embargo, eso no es cierto. Nada es imposible, solo que quizá está un poco más lejos. Y para conseguir éxito en cualquier cosa que desees, todos los expertos coinciden en que necesitas desarrollar una sola habilidad. ¿Te imaginas cuál es?

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Constancia: la clave del éxito

Sí, así de simple y así de complejo. Lo único que necesitas para tener éxito en cualquier cosa que te propongas es eso: constancia.

Vivimos en un mundo demasiado acelerado, donde las cosas tienen que suceder, y tienen que hacerlo ya: "necesito conseguir hoy mismo ese trabajo", "debo bajar de peso en un mes, antes de que llegue el verano", "quiero ver resultados ahora".

Entonces, es lógico que algunos logros parezcan imposibles. Si quieres leer una biblioteca entera sobre un tema en una semana, será complicado. Pero si te propones leer una biblioteca entera en un año, y lees un poco todos los días… ¡Seguramente logres ser todo un erudito en el tema!

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Constancia vs. esfuerzo

Tal como los japoneses descubrieron hace mucho tiempo cuando propusieron su Método Kaizen, la constancia es más poderosa que el esfuerzo.

Nadie puede esforzarse al 110% todos los días. Tarde o temprano, lo arruinarás, y no es porque tengas un problema, sino simplemente porque eres humano.

Si quieres tener la casa de tus sueños, y esperas poder hacer una remodelación completa en una semana, las cosas saldrán mal. Al final de la semana te sentirás cansado y frustrado porque no habrás terminado con todo lo que te habías propuesto. Aunque luches contra eso, seguro sentirás el gusto amargo del fracaso en tu boca.

¡Pero no has fracasado! Simplemente, has intentado convertirte en una máquina, cuando no lo eres. Tienes que dormir, comer, abrazar a tus hijos cuando estén tristes, o hacer el amor con tu pareja. ¡Vamos, que de eso se trata la vida!

Tal vez es tan simple como proponerte todas las semanas hacer un pequeño cambio en tu casa. Esta semana, pintar una pared. La semana que viene, arreglar la pérdida del baño. La otra, comprar ese lavaplatos que tanto quieres. Así: paso a paso. Sin aburrirte en el medio y sin pensar que no tiene sentido.

Si logras hacer eso durante cinco años… ¡Imagina lo hermosa que se verá tu casa! ¿Acaso no vas a vivir allí por décadas? ¡Vale la pena el esfuerzo!

Recuerda esto: nadie nació siendo un campeón en su área, ni con la vida resulta. La diferencia entre quienes consiguen sus objetivos y los que no, es la constancia.

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¿Eres capaz de desarrollar la constancia de ahora en adelante para tener éxito?

Fuentes:

Modo Emprendedor