No es fácil controlarse ante una discusión. Mucho menos si del otro lado tenemos a un patán que ha quedado expuesto en ciertas situaciones. Lo que sí entendemos y podemos asegurar es que sobrellevarla de la mejor manera será la opción más sana para ti.
Estos 3 consejos te permitirán manejar la situación como un campeón
1. Hagamos un estado de situación.
Todos podemos tener un mal día y desquitarnos con la persona que mas queremos. Una cosa es esto, y la agresión o la falta de respeto ejercida por medio de diversas acciones, es otra.
Si esta persona en cuestión utiliza palabras ofensivas, groseras y atacantes, lo mejor es que te aferres a un plano racional. Puede que te cueste mucho, ya que tienes emociones de por medio, pero si tuvieras que darle un consejo a un amigo en esa situación, ¿qué le dirías?
Un buen puntapié es intentar explicarle cómo te sientes ante su trato. Un diálogo constructivo puede ser mejor y sobre todo más cortés, la misma razón por la que se puede dirigir hacia ti de forma respetuosa. El primer intento entonces, será dar el ejemplo.
2. Siempre demuestra quién eres
Muéstrale su propio reflejo. Asegúrate de que realmente entienda que su actitud está errada. Es cierto que a todos nos cuesta escuchar nuestras verdades, pero seguro tu comportamiento lo hará reflexionar y quizá controle su actitud.
Si realmente entiendes que esta persona está pasando por un problema puntual que no puede manejar y lo traslada a tu relación, puedes buscar un ejemplo en el que tú también has quedado expuesto a una situación dolorosa a difícil.
3. La tolerancia tiene un límite
Ser amable y tener paciencia no quiere decir que tengas que soportar agresiones que te perjudican. Recuerda que vales demasiado para permitir que alguien te haga sentir menos y que te ofenda. No se lo permitas más y sal de ahí.
Además de leer este post, que está basado en la generalidad de los casos, es importante que encuentres a un amigo con quien conversar de la situación. Sé sincero.Cuéntale como te sientes y detalla los problemas que hayas tenido con la persona en cuestión. El silencio, nunca es una solución. Ni siquiera a corto plazo.