Pocos artefactos tan amados como lo es la lavadora. Nos simplifica la vida en niveles inimaginables, ¿imaginas aún sacarle más provecho? Bueno, comienza a hacerlo porque esta opción todavía es posible.
Claro que ya lo has usado para lavar zapatos deportivos, alguna maleta y almohadón fácil de introducir en él. Pero te aseguramos que podrías sacarme más provecho, siempre y cuando tomemos las precauciones necesarias.
1. Cortinas de baño
No lo neguemos: si ahora mismo entramos en tu baño, seguramente encontraremos alguna mancha de humedad en la cortina. ¡Ey, no hace falta que corras a comprar unas nuevas!, la lavadora lo solucionará por ti. No importa si son plásticas o de tela, en la próxima carga de toallas ya sabes que incluír.
TIP: en la zona con moho, rocía un poco de limpiador extra.
2. Pequeños adornos de casa
Los lindos adornos que solemos tener en casa nos llenan de alegría por traer algún recuerdo o simplemente referenciarnos a algo o alguien. ¡Tu entonces, no los dejes llenar de polvo! Siempre y cuando no sean de vidrio, puedes meterlos dentro de una bolsa de lavandería y programar un lavado con agua tibia.
BONUS: ¡Los juguetes de los niños son geniales para lavar con esta técnica!
3. Bolsas reutilizables
Estos artículos nos salvan al comprar todo tipo de comidas: frutas, verduras, panes, entre otros miles de millones de productos. En estas bolsas que nos ayudan a cuidar el planeta, siempre quedan restos que simplemente, seguimos acumulando. Para deshacernos de las huellas del uso diario, nada mejor que un buen lavado. ¡Ciclo de agua tibia y adiós a las bacterias!
4. Almohadas
Puede que no te sorprenda demasiado porque ya lo has visto en algún otro post. ¿Pero sabías que aún las de pluma o material sintético pueden ir a la lavadora? Dos cuestiones a tener en cuenta: selecciona un dia bien soleado (así te asegurarás de poder usarla esa misma noche) y también, fíjate que sus costuras estén bien fuertes (¡de esta manera no perderás el relleno dentro del electrodoméstico!).
5. Tapetes de auto
Siempre llenos de barro, desinféctalos una vez cada tanto. Haz un rollito, programa un lavado regular y ¡Voilá!