En un contexto tan magnífico, donde la inclusión teje redes de igualitarismo y justicia en la mayoría de las sociedades, Barbie no podía quedarse afuera. Junto a este lema, la compañía más grande de muñecas vuelve a editar la Barbie en silla de ruedas y la Barbie con una prótesis.
Este diseño se une a un elenco, donde muchas mujeres pueden verse representadas: altas, bajitas, delgadas, con curvas, rubias, morenas, afroamericanas y más.
Si bien es cierto que la gran fábrica nos debía este cambio -ya que siempre replicò estereotipos muy irreales y fuertes de la “mujer rubia, flaca y perfecta”- esta nueva medida resulta más que importante para la infancia de muchos niños y niñas que crecerán visualizando distintas características de personas, mucho más cercanas a lo que cada uno de ellos es.
La Barbie en silla de ruedas y la Barbie con una prótesis se unen a un equipo que apuesta a la inclusión. Sobre esto, Kim Culmone, la vicepresidenta de Diseño de Mattel, reconoce que esta edición de mujer en silla de ruedas, fue “la más demandada desde hace muchos años a través de la línea directa de atención al cliente”. Para representar bien a este colectivo trabajaron intensamente con Ucla Mattel Children’s (expertos en sillas de ruedas) y está hecha “como la que usan quienes tienen discapacidad física permanente, y puede adaptarse a toda la línea de muñecas flexible Made to Move”.
Una vez màs, nos acercamos a una victoria social donde, los estereotipos culturales y las diferencias de género, unirán puentes en vez de generar grietas. ¿Lo mejor de todo esto? Que niñas y niños, a partir de los 5 años, son quienes se criarán con estos conceptos basados en el amor y en el respeto por el otro.