Adriana Miranda ha pasado de los 60 años, aunque pocos pueden creerlo cuando la ven. Es que mantiene una silueta increíble, que casi parece la de una treintañera. Pero no es que haya sido bendecida con ese cuerpo como por arte de magia.
En cambio, Adriana decidió ocuparse de sí misma y de su cuerpo después de jubilarse. Tras toda una vida de trabajo y ocupaciones, después de los 60 se encontró con ganas de priorizarse a sí misma.
Entonces, comenzó a cuidar su alimentación y a hacer entrenamiento. Hoy es una verdadera estrella de Instagram que sorprende a todos. ¿Cuáles son sus secretos?
La alimentación
En primer lugar, Adriana cuida mucho su alimentación. Consume grandes cantidades de frutas y verduras, pero su dieta no podría basarse solo en eso, porque estaría incompleta. También incluye carbohidratos complejos, como quinoa y batata, y siempre alguna fuente de proteína.
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Eso no quiere decir que nunca se dé un gusto. Si hay algo que comparte la mayoría de las personas que llevan una vida saludable, es que nunca hay que ser 100% estricto. Un poco de flexibilidad ayuda a mantener las decisiones en el tiempo.
En el caso de Adriana, se permite algunos gustos el fin de semana, como beber una copa de vino o comer un plato fuera de la dieta. En la semana, en cambio, mantiene una rutina saludable.
Además, evita a toda costa los refrescos, el azúcar y los alimentos fritos.
La rutina de ejercicio
Además de la alimentación, Adriana lleva una rutina de ejercicios que combinan los aeróbicos, para quemar grasa, con otros de resistencia, para aumentar la masa muscular. Lo importante es que lo hace con entrenadores que saben orientarla y encontrar siempre el equilibrio.
En sus redes sociales siempre comparte sus horas de ejercitación, demostrando que nunca es tarde para ponerse en forma. Así, inspira a muchas mujeres a animarse a volver al gimnasio o a una rutina de ejercicios.
Otros cuidados
La verdad es que esta influencer cuida también su rostro y su piel. ¡Le encanta verse bien!
Lo bueno es descubrir que su secreto no es otro que la constancia y el tiempo. Si no tienes tanto lugar en tu vida para dedicarlo a la estética, no te preocupes. Pero recuerda que cualquier buen hábito que logres incorporar puede hacer una diferencia enorme.
¡Anímate!
Fuentes: