Tenerle miedo al amor puede parecer algo natural y que todos hemos experimentado alguna vez. ¿Quién no se ha sentido asustado y vulnerable ante la ola de sentimientos que le genera otra persona?

Sin embargo, la filofobia es mucho más que eso. No se trata de sentir mariposas en la panza, ni de tener ansiedad antes de una primera cita. En verdad, la persona que sufre esta fobia en realidad tiene un trastorno que le impide comenzar una relación afectiva. En los casos más graves, a un filofóbico puede resultarle casi imposible establecer un vínculo intenso con alguien, incluso en el plano de la amistad o la familia.

A estas personas, la idea de comenzar una relación con alguien no les resulta emocionante, sino todo lo contrario: es algo que desata su ansiedad y que les genera gran inquietud. Por eso, tienden a aislarse y pueden llegar a evitar al máximo el contacto social.

Síntomas de la filofobia

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La filofobia puede manifestarse de muchas maneras, y los síntomas pueden variar de persona a persona. Pero en líneas generales, es el sentimiento de fuerte miedo y ansiedad ante la posibilidad de sentir un vínculo emocional con alguien. Quienes la padecen, tienden a obsesionarse con amores platónicos o imposibles para no asumir la responsabilidad de acercarse emocionalmente a alguien de forma seria.

Los síntomas físicos pueden manifestarse ante la presencia de una persona que genera en el filofóbico sentimientos amorosos. Entre ellos se encuentran ataques de pánico, desórdenes gastrointestinales, latidos irregulares del corazón, sudores, falta de aire y un deseo de abandonar la situación cuanto antes. Es decir, son similares a los síntomas de otros trastornos de ansiedad social, con la diferencia que los desata la presencia de una persona por la que el filofóbico se siente atraído.

Causas de la filofobia

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Si bien todavía no hay pruebas contundentes sobre qué es lo que genera este trastorno, los psicólogos creen que tiene que ver con algún tipo de trauma del pasado. En algunos casos, la filofobia se desata después del final de una relación amorosa que ha traído a la persona mucho sufrimiento. Entonces, el miedo aparece como una respuesta psicológica para no volver a pasar por ese dolor.

También se considera que la filofobia puede nacer de una fuerte inseguridad y miedo al rechazo. Lo cual podría venir de mucho más atrás en la vida de una persona. En cualquier caso, la terapia es la mejor manera de hurgar en los motivos que pueden haber llevado a una persona a sufrir filofobia y encontrar posibles soluciones.

¿Se supera el miedo al amor?

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Como cualquier trastorno de ansiedad, es posible tratar la filofobia y superarla. Para ello, lo principal es recurrir a un especialista que pueda trabajar sobre las causas personales que desarrollan esta fobia.

Lo más importante es que se reconozca como un problema y se tengan reales ganas de salir adelante. Quien logra comprender que las cosas pueden ser de otra manera, tiene casi asegurada la recuperación.

¡Nadie debería privarse de sentir amor! ¿No lo crees?

Fuentes:

Psicologia y Mente

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