Amigos y amigas, si han entrado a esta nota es porque, tal como nosotros, sufren un poco. No importa si es al realizar una actividad al aire libre, o en la comodidad de tu hogar, sea donde sea, ellos vendrán a ti. ¡O al menos eso sientes! Queremos decirte que no estás solo: formas parte del 20% de las personas en el mundo para las que, según estos insectos, eres irresistible.

Ahora bien, tu pertenencia a este sector de la población mundial puede deberse a muchos factores; descubre aquí algunas de las razones. Conoce algunos de ellos y comienza a entender el por qué tu sangre es más rica que otras.

Genética

Los mosquitos seleccionan a su víctima rastreando el Dióxido de Carbono, indicador de que hay algún mamífero en el área, lo que significa que la cantidad de CO2 que tu cuerpo produce, y es después convertida en energía, es un factor decisivo para convertirte o no en la presa ideal de estos insectos.

Tu tasa metabólica

Aunque genéticamente exista una predisposición que aumente las posibilidades de ser picado, hay algunas situaciones que también pueden convertirte en un blanco fácil. Beber alcohol y ejercitarse son dos actividades que elevan la tasa metabólica, es decir, la velocidad en la que el organismo utiliza la energía disponible, y con ella el Dióxido de Carbono que emites.

Embarazo

Otra víctima para los mosquitos son las mujeres embarazadas: un estudio reveló que las embarazadas exhalan 21% más CO2 debido a los cambios que experimenta su cuerpo; además, su temperatura tiende a ser más elevada que la de las mujeres no embarazadas, lo que también es un factor ideal para los mosquitos.

Tu nivel de colesterol

Nuestro cuerpo está constantemente produciendo una gran variedad de compuestos químicas que los mosquitos identifican a través del sudor; algunos de ellos son: ácido láctico, ácido úrico y amoníaco. Existe la teoría de que las personas con más altos niveles de colesterol y esteroides en la piel son imanes de mosquitos, pero esto no hace referencia a aquellos que sufren de colesterol alto, sino a los que tienen una facilidad fisiológica para procesarlo, ya que esto genera que pequeños rastros de esta sustancia se queden en la piel.

Tu tipo de sangre

Estos insectos, parece ser, son bastante exigentes, ya que la decisión de picarte a ti o no también depende de tu tipo de sangre. Aquellos con sangre tipo O son más atractivos para los mosquitos que aquellos cuya sangre pertenece a la familia A, mientras que los B y AB son medianamente irresistibles.

Mientras esperamos que las investigaciones en el campo de los mosquitos avancen y se descubran más factores que expliquen por qué se sienten tan atraídos hacia nuestra especie, estos parámetros que se han identificado sirven, al menos, para clasificar cuánto les gustas o no a los zancudos. ¿Nuestro consejo? ¡A prevenir con cremas o aerosoles que cuidan a todos por igual!

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