¿Te has dado cuenta de que los dedos de las manos y los pies se arrugan cuando están en contacto por tiempo prolongado con el agua? Existen varias hipótesis sobre por qué, después de 5 minutos remojando tus manos y pies, pareces una pasa. La creencia popular es la que piel se ablanda y se forman las arrugas en su superficie. Sin embargo, lo que te contaron no es del todo la realidad.
Lo que ocurre realmente es que los glóbulos de la sangre bajo la piel se contraen debido a un impulso procedente del sistema nervioso autónomo. Esa contracción hace que las yemas de los dedos se arruguen. Si te sucede esto es un signo de que tienes un sistema nervioso autónomo bueno.
¿PARA QUÉ SIRVE ESTO?
Investigadores de la Universidad de Newcastle aseguran que es un mecanismo de adaptación del ser humano, para que la piel de los dedos se arrugue para tomar objetos mojados. El estudio se practicó con 20 personas que tenían que transferir 45 objetos de diferentes tamaños de un lugar a otro. Había objetos secos y otros mojados, los dedos estaban lisos o arrugados.
Los científicos concluyeron que los dedos "arrugados" permitían a los participantes transferir los objetos con rapidez al estar sumergidos. No hallaron diferencia con los objetos secos.
No obstante, un estudio similar en 2014 abrió un debate porque se demostró lo contrario. En esta oportunidad, los científicos hicieron que 40 personas transfirieran 52 canicas y dados de diferentes tamaños y peso de un contenedor a otro. Concluyeron que no existían diferencias significativas en la manipulación de objetos, con dedos lisos o arrugados o de qué tan húmedos o secos estuvieran los objetos.
OTRAS TEORÍAS
“Las arrugas que resultan de la exposición al agua pueden ser consideradas diminutos sistemas de drenaje manuales de río” asegura Jan Hagen, especialista en negocios, a BBC MUNDO.
El neurobiólogo Mark Changizi, del instituto de investigación sobre inteligencia artificial 2AI Labs, vio que a los simios también les sucedía. Para comprobar si se parecían a cuencas hidrográficas, Changizi y su equipo analizaron fotos de una muestra de 28 dedos humanos.
Aseguraron que los dedos rugosos tenían exactamente la formación inversa a los drenajes de los ríos. "Al presionar la yema del dedo en una superficie húmeda, se exprime el líquido de debajo del dedo a través de los canales, y al terminar este singular flujo pulsátil toda la piel del dedo entra en contacto con la superficie", resumieron los investigadores. Por tanto, los científicos creen que esta función es útil para apoyar el peso corporal y evitar que el cuerpo se resbale.
Un grupo de investigadores taiwaneses experimentó con un voluntario de 24 años, evaluando la fricción en superficie lisa por las yemas de sus dedos lisas o arrugadas y la fuerza de deslizamiento. Sin embargo, descubrieron que su rendimiento era menor con los dedos estaban arrugados en las pruebas aplicadas.
¿Cuál teoría te convenció más? No importa cuál hayas elegido, lo importante es que debes tener en cuenta que esta es una reacción natural y debes asumirla como tal.
Fuentes:
