Un equipo de astrónomos de la Universidad de Leicester en el Reino Unido ha identificado un extraordinario fenómeno cósmico: Una estrella similar a nuestro Sol está siendo gradualmente devorada por un pequeño pero voraz agujero negro. Este sorprendente hallazgo, publicado en la revista Nature Astronomy, arroja luz sobre un área poco explorada de la astronomía: la interacción entre agujeros negros y estrellas en órbita.
Swift J0230, una enana blanca amenazada
El protagonista de esta fascinante historia cósmica es Swift J0230, una enana blanca ubicada a unos 500 millones de años luz de la Vía Láctea, en la galaxia cercana 2MASX J02301709+2836050. Esta estrella desprende una masa equivalente a tres veces la de la Tierra cada vez que pasa cerca del agujero negro. Los astrónomos han denominado este proceso "evento de disrupción de marea", y es la primera vez que se observa un fenómeno de este tipo con una estrella similar al Sol.
Lo más intrigante de este descubrimiento es la regularidad del evento de Swift J0230. A diferencia de observaciones anteriores en las que las estrellas perdían material de manera intermitente, este evento parece seguir un patrón más consistente, como si fuera el "eslabón perdido" entre dos tipos de erupciones estelares.
Un patrón inusual: la regularidad
Phil Evans, investigador de la Universidad de Leicester y autor principal del estudio, destacó la singularidad de este fenómeno, señalando que estos eventos se dividen en dos categorías: los que estallan cada pocas horas y los que lo hacen cada año más o menos. Swift J0230 se encuentra justo en el medio de esta escala, repitiendo el proceso cada 25 días, lo que lo convierte en un descubrimiento emocionante para la astronomía.
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Aunque el agujero negro que está devorando a Swift J0230 es relativamente pequeño, con una masa estimada entre 10,000 y 100,000 veces la de nuestro Sol, es un recordatorio de la voracidad de estos fenómenos cósmicos. En comparación, los agujeros negros supermasivos que se encuentran en el centro de muchas galaxias pueden ser millones de veces más grandes.
Un área poco explorada
El descubrimiento de Swift J0230 fue posible gracias al nuevo detector de transitorios del satélite Swift, desarrollado por el equipo de la Universidad de Leicester. Las observaciones revelaron un patrón de brillo inusual en la estrella que desaparecía rápidamente, lo que sugiere que la estrella se vuelve esquiva durante su encuentro con el agujero negro.
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A pesar de la fascinación que este descubrimiento ha generado en la comunidad científica, quedan preguntas sin respuesta. Los astrónomos aún no comprenden completamente por qué este agujero negro solo está destruyendo parcialmente a la estrella. Investigaciones anteriores han sugerido que la distancia entre una estrella y un agujero negro es un factor importante, pero la densidad inicial de la estrella también desempeña un papel crucial en este proceso, según un estudio previo realizado con un superordenador.
Fuente: DW.