Cuando conectamos con el niño interior que nos habita, toda situación de vida, por compleja que sea, se nos vuelve más amigable. Desde ese lugar te proponemos develar, desde el eneagrama, con qué animal se identifica cada eneatipo.
Puedes hacer un ráido test para conocer cuál de los nueve eneatipos te corresponde.
El eneatipo UNO es responsable, productivo y consciente de lo que debe hacer, en todo momento. Siente visceralmente la lucha entre lo correcto y lo incorrecto, guiado por sus propios parámetros. Se relaja y posterga toda gratificación únicamente cuando hubo hecho lo que corresponde. La hormiga y la abeja simbolizan estas cualidades, siempre ocupadas en construir y conservar el estado ideal.
El DOS tiende a seducir a los demás, a entregarse generosamente y evitarse a sí mismo. Su camino entre el amor desinteresado a los otros y la tendencia compulsiva a dar, es el sendero a recorrer hacia el equilibrio. El animal simbólico que le corresponde es el gato porque representa la ambivalencia entre la distancia y la cercanía.
El TRES se deja absorber por su profesión, su rol social o sus proyectos. Se construye una imagen exitosa, prestigiosa, ganadora. En este sentido, el animal que lo representa es el camaleón, quien logra camuflarse, defenderse con habilidad ante las amenazas de su entorno y finalmente, salir victorioso e indemne.
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El CUATRO, quien capta espontáneamente la belleza, evita la vulgaridad, todo lo que es corriente y convencional. Es “el especial”, el creativo. Necesita del sufrimiento para sentirse vivo. El caballo negro, de pura sangre, simboliza la estética de este eneatipo. También el basset, de orejas caídas y ojos tristes, refleja esa tristeza indeterminada.
Para el eneatipo CINCO, quien recibe y acumula información, la sabiduría es poder. Siente que su vida estaría asegurada cuanto más instruido sobre todo se encuentre. Tiene una tendencia natural a la retirada para sentirse a resguardo. Su animal simbólico es la lechuza, quien lo ve todo aunque sea difícil de localizar.
El SEIS aspira a la seguridad: busca figuras jerárquicas bien definidas y procedimientos claros a seguir. De este modo, evita conductas erróneas. Sus animales más representativos son la liebre y el cervatillo. El temor innato de estos animales les garantiza una vigilancia muy aguda, una rápida reacción ante cualquier peligro y el desarrollo de medidas de protección para su supervivencia.
Quien contagia su vitalidad y alegría donde sea que esté, puede llevar una vida libre de lados oscuros, centrando su atención en aspectos positivos. El eneatipo SIETE se resiste a adentrarse en el dolor: ha aprendido el arte de enmascarar el sufrimiento. Su animal simbólico es el mono, saltando de rama en rama, contagiando su alboroto, siempre en busca de nuevos placeres y aventuras.
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El OCHO evita la debilidad y la sumisión. Transmite intensidad y fuerza, generando un alto grado de confianza en su entorno. En su vida necesita luchar constantemente por la justicia y tener todo bajo control. La serpiente de cascabel, el tigre y el toro simbolizan la fuerza, la energía y la vitalidad de este eneatipo.
El eneatipo NUEVE acepta personas y situaciones de un modo calmo y sereno, evitando los conflictos y tener que tomar posiciones. Se distingue por una fina intuición para detectar los intereses de todos y por su capacidad de escucha. Las ballenas y los delfines, pueden sobrevivir sin exterminarse mutuamente y sin destruir su medio ambiente, para llevar a cabo sus metas. La no agresividad de los cetáceos caracteriza a este eneatipo.