Exactamente a la hora del té, en una ciudad tan cronometrada y cosmopolita como Londres, salió al descubierto la noticia. Desde ese entonces hasta estos últimos minutos, no se habla de otra cosa en los medios masivos de comunicación del Reino Unido.
El Brexit y todas las presiones diarias de Theresa May quedaron a un costado cuando un equipo del King's College de Londres, aseguran que las anguilas del río Támesis se encuentran en estado hiperactivo debido a los increíbles niveles de cocaína hallados en las aguas residuales de la ciudad.
En este marco, los investigadores de The Global Drug Survey, aseguran que en Londres, el delivery de la cocaína llega mucho más rápido que la pizza. Esto puede sonar totalmente ridículo, pero los especialistas diagramaron este paralelismo ya que, además de ser cierto, es la única manera de que los habitantes -consumidores, vendedores y terceros- puedan dimensionar qué punto a alcanzado la ciudad.
Si bien, en gran parte, se culpa a la tecnología y a Internet por esta masificación en el consumo de esta droga sintética, también es cierto que gracias a estas herramientas se han podido implementar centenares de cámaras de seguridad, destinadas a observar los manejos de estas secuencias de compra-venta.
Lo que no estaba contemplado era, justamente, el efecto secundario: esta medida ha hecho que tanto “camellos” (quienes transportan la droga) como los compradores prefieran cerrar la compra de la mercancía a través de Internet. De hecho, especialistas comentan que este punto disparó el consumo en los últimos tiempos, ya que no se trata de algo “ocasional de los fines de semana” o vinculado al ocio. En este momento, Londres consume esta sustancia a diario, y a un ritmo imparable también entre semana.
Anguilas cocainómanas
Este exceso en el consumo de cocaína llegó a lugares inimaginables. Los científicos descubrieron que, los restos de cocaína situados en la orina de sus respectivos usuarios, está dañando la vida silvestre del río. "Se observaron aumentos de cocaína y benzoilecgonina 24 horas después de eventos de lluvia en los que se desborda el alcantarillado. Algo que no se ha visto en otras ciudades” aseguraron.