Hay momentos de nuestra vida que son verdaderamente importantes, y es que marcan huella y hacen de nuestra existencia valedera y significativa. Por ello tratamos en lo posible de actuar con cautela tratando de labrar un camino más suave de transitar.
El matrimonio es un suceso que sin duda alguna representa un momento espectacular, único y muy valioso para muchos de nosotros. En especial para aquellos que desde niños hemos soñado con una boda de ensueño. La persona que está dentro de nuestro corazón y se hace merecedora de compartir nuestra vida, es con quien compartiremos el día más soñado y que tanto hemos anhelado.
El día de la boda cobra todo el protagonismo de la familia, las personas más allegadas y en especial los novios, sienten que es un hecho irrepetible. Por ello se hacen preparativos previos cuidando todos los detalles, pues la idea es que todo salga perfecto y que los novios puedan vivir el momento que tanto han esperado con toda felicidad que se merecen.
Aurora y Rafael no son la excepción sus caminos se encontraron y el amor ha estado presente en ellos, tanto que han decidido dar un paso adelante y unir sus vidas con el matrimonio. Un hecho que les causaba alegría y la joven con esmero preparaba la boda que siempre había querido.
Más de 300 invitados, flores hermosas, un pastel de varios pisos, un banquete delicioso, y detalles que Aurora personalmente se había encargado de supervisar, pues ha llegado el tan esperado día y nada podía fallar.
Algo estaba sucediendo pues Rafael se veía feliz y Aurora no tanto. Todos los invitados admiran la majestuosa recepción y la elegancia del evento, sin duda el costo económico debió ser muy alto.
Los novios empezaron a hacer el brindis, la chica tomo la iniciativa y dio las gracias a todos por asistir. A sus suegros les agradeció la majestuosa boda que les ofrecieron, todo era sensacional, parecía un cuento de hadas.
Agradeció también los regalos que todos les habían dado y culminó con algo muy sorprendente, le pidió a todos los que estaban en el lugar que revisaran debajo de las sillas y tomaran el sobre que se encontraba en cada una de ellas.
La intriga y la emoción era el común en los invitados, les parecía muy original todo lo que allí sucedía. Abrieron los sobres y lo que observaron fue verdaderamente impactante, dos fotografías del novio con una de las madrinas de la boda, en una se besaban y en la otra salían de un hotel.
Mirando a su esposo y a la madrina Aurora le dijo: disfruten su boda y muchas felicidades, se bajo del escenario y salió del lugar, todos quedaron desconcertados y los murmullos no se hicieron esperar, los padres del novio se sentían muy avergonzados.
La joven empezó a observar un comportamiento extraño en su prometido, por lo cual decidió contratar un investigador, encontrándose con esta traición que desgarró su corazón.
Sin ningún remordimiento y sabiendo la infidelidad de Rafael, Aurora duplicó los gastos de la boda, hizo toda clase de exigencias y llevó a cabo su plan hasta el mismo día de su boda. Quiso demostrarle a toda su familia y a los invitados, la clase de hombre que era su prometido y la farsa de amistad que le pregonaba la madrina, los dos eran unos traicioneros.
El matrimonio fue anulado a los dos días y Aurora regreso los regalos a todos los invitados, Rafael quería convencerla de continuar, pero ella ya se había ido de viaje. Aprovechó su supuesta luna de miel y los gastos que ya estaban pagos, para disfrutar ella sola.
Este hombre no sabía dónde meterse, se sentía solo y avergonzado. Esperemos que nunca se olvide de esta lección y que comprenda que nadie merece una traición.
¿Crees que Aurora hizo lo correcto? ¿Tú qué harías en su caso?