Si tan solo nos permitieramos aprovechar todo cuanto tenemos, seríamos afortunados. Pero pasamos buen tiempo de nuestra vida quejándose y lamentándose por no tener lo que creemos merecer, nos tildamos de desafortunados y terminamos reducidos en seres humanos frágiles y llenos de frustración.
Pero este comportamiento no es sano ni provechoso para nadie, no podemos negar que para adquirir lo que deseamos a veces tenemos que hacer esfuerzos extras que nos dejan muy cansados, pero bien que vale la pena sentir la satisfacción al obtener cada logro de nuestras vidas.
Muchos dicen que existen personas con una estrella y que también las hay estrelladas, una filosofía que debemos cambiar. Ya es tiempo de asumir nuestras vidas, enfrentarlas y resolver cada una de las situaciones que se nos presenten. No es el momento de conformarnos, es propicio tener una actitud positiva frente a la vida y amar lo que tenemos y poseemos.
Pues Ricardo Bofill un arquitecto postmodernista español, hace honor a lo que veníamos comentando, asumir, disfrutar y darle un empuje a nuestras vidas con un aire diferente y el rumbo acertado.
Lo que muchos habían considerado inservible e inhabitable, para Ricardo fue la oportunidad de dejar fluir sus ideas, centrarse en sus necesidades y darle un toque diferente a cada espacio, de una fábrica abandonada, por la que nadie apostaba nada y se consideraba un sitio abandonado y no habitable.
El encontró una fábrica de cemento abandonada desde el año 1973 y en un estado reprobable, pero esto no lo asusto, al contrario lo incentivo para darle rienda suelta a su mente brillante y ponerle su firma y sello a lo que desde hoy emprendería como su hogar y el sitio donde trabajaría.
Es impresionante como se puede transformar un edificio en ruinas y que ya no despertaba interés alguno por habitarlo. Solo bastaba una gran dosis de iniciativa, constancia, dedicación, conocimiento y de una laboriosa tarea que plasmara lo bello, moderno y accesible en esta antigua fábrica, que en manos expertas se consolida como una hermosa y majestuosa morada.
¿Cómo te pareció el trabajo de este arquitecto?