Decir que no necesitamos de nadie es un verdadero error, pues la vida da muchas vueltas y en el momento menos esperado miramos a nuestro lado buscando una mano amiga, alguien en quien apoyarnos.Por eso
debemos sembrar para recoger y en la medida de lo posible mirar con consideración a los demás, así como en algún momento deseamos que alguien nos mire y nos considere, algo para reflexionar ciertamente.
La historia de hoy se trata de una
deslumbrante orca, un animal marino que a muchos causa terror, por su gran tamaño, por su fama de asesina o porque simplemente nos resulta intimidante su presencia tan impetuosa.La orca no vive con ningún temor de ser devorada por otros animales, ya que se encuentra en
la cúspide de la cadena alimenticia, algo que la deja en una posición privilegiada y envidiable, para conservar su vida y el respeto de sus acompañantes marinos.
Estas ballenas asesinas
son grandes depredadoras y se alimentan de tiburones , peces y otras especies que llegan a parar dentro de su humanidad. Es temida y con razón suficiente por aquellos animales que se encuentran en desventaja frente a ella, que son todos o casi todos, la orca es muy inteligente y sabe cazar su presa.En verdad se trata de un espécimen del mundo animal marino que se lleva el título no solamente como la más bella, sino está en primer lugar cuando de atrapar y matar a su presa se trata, comer es la consigna y el respeto no se conoce en estos casos.
Pues bien, a este animal no le fue muy bien en una ocasión y paso quizás el peor susto que en su vida haya vivido,
se vio encallada entre las afiladas rocas de las costas de Hartley Bay, el agua se fue mermando y quedó totalmente a la intemperie, su vida definitivamente corría peligro.
Al observar esta terrible situación para la orca, un grupo de osados hombres decidieron darse manos a la obra y ayudar a la infeliz ballena, se valieron de sabanas y la taparon, buscando mantenerla hidratada
, le echaban agua con un recipiente y así la espera para este animal no fue tan terrible.
Pasaron las horas y los hombres trataban de despejar la vía para que pudiera zafarse más fácilmente de aquella trampa nuestra marina amiga, fue así que al volver a subir la marea y el nivel del agua creció, llegó a tocar a
la orca y de a poco fue moviéndose, hasta lograr volver a nadar campantemente y sin riesgo alguno.https://youtu.be/LQEdz3l3bk0Ya lo ves,
todos necesitamos de todos y los animales no se escapan de esto.