Uno de los fenómenos más lindos de la naturaleza, que no es muy difícil de ver, y cuya aparición disfrutamos todos, sin importar nuestra edad, es el arcoíris. Estar en casa, en el trabajo o en cualquier lugar, ver hacia el cielo y toparnos con un arco de hermosos colores, es algo que nos llena de alegría e incluso de paz, nos inspira a continuar el día con muy buena vibra.

Pero, te has preguntado, ¿qué hay detrás de este hermoso evento? ¿Cómo se forma un arcoíris? ¿De dónde surgen todos esos colores?

Seguramente lo has hecho, por lo que este artículo está escrito, especialmente, para darte las repuestas a tus dudas sobre este colorido suceso. Acompáñame y no te pierdas ni un detalle.

¿Qué es un arcoíris?

Un arcoíris se trata de una ilusión óptica y meteorológica, el cual produce la aparición de un espectro de luz. No se encuentra en un punto fijo en el cielo, sino que se forma en cualquier sitio donde los rayos del sol atraviesen gotas de lluvia, o bien, pequeñas partículas de la humedad condensada en la atmósfera.

Según el ángulo donde nos ubiquemos, podremos ver o no un arcoíris. Esto depende del grado de intensidad con el que la luz del sol se refleje sobre las gotas de lluvia. Encontrar el lugar donde se forma, así como dónde termina, un arcoíris es algo bastante complicado, debido a que es un objeto intangible.

Por lo tanto, para verlo con claridad, debe existir cierta distancia entre el observador y el arcoíris.

¿Cómo se forma este fenómeno?

Antes de explicar cómo se forma un arcoíris, vamos a hablar un poco de lo que es un prisma. En óptica, la rama de la ciencia encargada de estudiar las propiedades y el comportamiento de la luz, un prisma es un objeto que puede refractar, reflejar y descomponer precisamente eso, la luz.

La radiación entra por un ángulo como luz blanca, la cual posee diferentes longitudes de onda. Ahora bien, al pasar por el prisma cada una se desviará de manera diferente y con un color distinto. A través de este mismo mecanismo, se forma el arcoíris.

Ocurre de manera muy natural, cuando llueve y sale el sol, o cuando en alguna hora del día cae un ligero rocío, puede formarse un arcoíris. Ya que las partículas de agua actúan como un prisma y la luz blanca de los rayos solares entran en ellas, para luego descomponerse en todo el espectro de colores que logramos visualizar en el cielo cuando ocurre este fenómeno.

Colores que lo componen

La radiación electromagnética representa un amplio espectro de longitudes de onda, pero el ojo humano solo es capaz de percibir una pequeña sección de este. La luz blanca es visible para nosotros, por lo que se encarga de darle color a lo que nos rodea, y se compone por los siguientes tonos: rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul y violeta.

Como se explicó antes, cada una de las ondas tiene una longitud diferente. Por lo tanto, cuando la luz blanca atraviesa una gota de agua, es absorbida en una longitud distinta que con la que sale. Razón por la cual se dispersa y se divide en los distintos colores que la componen.

Forma

Ya entendimos que la luz del sol es la que posee los colores que formarán el arcoíris, mientras que una gota de agua cuenta con la propiedad de descomponer dicha luz en rayos de cada una de las tonalidades.

Ahora tratemos de comprender, ¿por qué el arcoíris tiene tal forma?

El ángulo en el cual las ondas de colores salen de cada gota, es el que le da la forma al arcoíris. Debido a que cada onda tiene una frecuencia diferente, los rayos de colores que chocan con la pared de la gota se reflejan en direcciones distintas.

Por lo que solo uno de los rayos que sale, llegará a nuestros ojos, haciendo que visualicemos un solo color, igual con todas las gotas que reciban la luz en el mismo ángulo. Mientras que aquellas que estén en un ángulo diferente, nos mostrarán otro color del espectro.

Ahora bien, el vector con el que la luz viaja del sol hasta la gota, y de ahí a nuestros ojos, forma un arco. En este sentido, lo que le da la forma es el ángulo con el que intercede la radiación a través de las partículas de agua.

¡Todo depende del ángulo en que lo veas!

¿Dónde termina el arcoíris?

Para responder esta pregunta se debe tener en cuenta todo lo que se ha dicho hasta ahora. Lo que se requiere para la formación de un arcoíris es:

- Luz solar. Que está compuesta por distintos colores, pero necesita ser alterada

- Partícula de agua. Las cuales tienen la propiedad adecuada para encargarse de descomponer la luz blanca proveniente del sol en distintas longitudes de ondas de colores

- La intersección de ambas cosas.

El arcoíris se podrá visualizar en todo el espacio donde ocurra dicha interacción, es decir, por encima de la tierra. ¿Dónde termina? El fenómeno llegará hasta el lugar donde falte uno de las dos, o ambas, variables.

Si hay gotas de agua, pero falta luz solar, o viceversa, no se formará el arcoíris. Por lo tanto, el final estará en el lugar más seco o que no reciba radiación.

Leyendas sobre los Arcoíris

Encontrar el final de un arcoíris es una tarea algo difícil, debido a que la posición del mismo es relativa frente a la del sol. Por lo que si intentamos acercarnos, se desplazará, ya que no lo estaremos mirando desde el mismo ángulo que antes.

Como consecuencia de esto, a lo largo del tiempo se han creado muchas leyendas. Un enorme número de personas cree que si encuentra uno de los extremos de un arcoíris, conseguirá ahí un gran tesoro, una olla repleta de oro, duendes mágicos, entre otras cosas.

Pero lo cierto es que, científicamente, es un poco menos fantasioso. Posiblemente, en los puntos donde inicia y termina un arcoíris lo único que haya sea una tenue neblina, suficiente luz y el comienzo de hermosos colores que parten hacia otro extremo formando un maravillo fenómeno óptico en el cielo.