Yo me como los mocos. Sí, ya imagino tu cara de asco. Pero no es tan malo como piensas. De hecho deberías comenzar a hacerlo y animar a las personas de tu entorno a que lo hagan porque puede traer beneficios para la salud que ni te imaginas. Numerosos estudios confirman que comer mocos protege tus dientes y hasta podría ayudar con problemas mentales o gástricos ¿Quién lo diría? Después de todo, los niños de primaria tenían razón.

Protección dental

Ingerir mucosidades nasales podría darte una buena salud dental según la ciencia. Además de ser una actividad completamente natural, de acuerdo con las declaraciones del especialista en neumonología Friedrich Bischinger al portal Huffington Post.

El National Center for Biotechnology Information de Canadá publicó un estudio titulado Salivary mucins protect surfaces from colonization by cariogenic bacteria donde concluyen que los mocos pueden ayudar a proteger los dientes, ya que estos forman una barrera contra las bacterias que provocan las caries.

Tras estos descubrimientos se enfocaron en buscar la manera de crear mocos sintéticos, como una especie de chicle que pudiera ser consumido o en forma de dentífrico.

Tras estos descubrimientos se enfocaron en buscar la manera de crear mocos sintéticos

Otros beneficios

Existen otros estudios que aseguran que ingerir mocos ayuda con la salud mental; así como a combatir enfermedades respiratorias y úlceras estomacales.

Además, Friedrich Bischinger asegura que las personas que consumen mocos están en mejor sintonía con sus cuerpos y añade: "para el sistema inmunitario, la nariz es un filtro en el que se acumula una gran cantidad de bacterias y cuando esta mezcla llega a los intestinos, funciona igual que una medicina”.

¿Por qué no hacerlo?

Hay pruebas científicas previas que dicen que esta práctica no debería hacerse. Según el otorrinolaringólogo estadounidense Erich Voigt, en un video para el periódico Business Insider, explica que "la entrada de gérmenes en la nariz combinada con el acto de hurgar puede provocar abrasiones. Puede que estas abrasiones sangren y aparezcan costras, gérmenes e irritaciones". "El riego sanguíneo es muy abundante en esa zona: hay cinco arterias que llegan a la parte delantera de la nariz", añade Voigy

Un 8 % confiesa ingerir sus mocos

¿Quiénes se comen los mocos?

De acuerdo con una encuesta entre los ciudadanos del estado de Winconsin, en Estados Unidos, que se publicó en el Journal of Pscyhiatry en 1995, el 91 % de los sujetos admitió hurgarse la nariz habitualmente. Un 8 % confesaba ingerir sus mocos y un 22 % de los encuestados lo hacía de dos a cinco veces al día. Un 1 % se hurgaba compulsivamente, conocido médicamente como rinotilexomanía.

¿Serías capaz de comerte los mocos ahora que conoces todo esto? ¡Adiós al asco y hola a una vida saludable!

FUENTES CONSULTADAS:

huffingtonpost.es

xatakaciencia.com