A raíz de la pandemia por el coronavirus y las medidas de aislamiento dispuestas por los países, los viajes han quedado suspendidos, o al menos aplazados por el momento. Ante este escenario, lo único que les queda a los amantes de los viajes por ahora es planear el próximo destino. ¡Y qué mejor si se puede ahorrar un poco de dinero!
Como el turismo es uno de los sectores más afectados en todo el mundo por la pandemia, todos los involucrados en la industria están tratando de pensar ideas para reactivar el sector y que se refleje en su economía. En este caso, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de Perú pensó algunas estrategias para atraer a los turistas y que puedan aprovechar para conocer Machu Picchu.
Se trata de una antigua ciudad inca ubicada en el sur de Perú, en el departamento de Cusco, y uno de los focos turísticos del país. El Santuario histórico de Machu Picchu es considerado como una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno y ha sido declarado como Patrimonio de la Humanidad en 1983.
Perú ofrece la oportunidad de visitarlo de manera gratuita entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2020. Sin embargo, esto solo aplica para quienes sean servidores públicos, niños, adolescentes y adultos mayores de 60 años.
De todas formas, si no perteneces a ninguno de estos grupos, hay 55 sitios arqueológicos más y 22 áreas naturales en todo el país que se pueden disfrutar.
Cabe destacar que se van a tomar medidas de higiene mucho más rigurosas que antes. Por ejemplo, controlar la distancia social de dos metros entre turistas, el lavado e higiene de manos, la prohibición de aglomeraciones y el limite de personas con horarios puntuales para ingresar.
El problema del turismo en Machu Picchu
Pero lamentablemente, no todo es color de rosa. Se estima que pueden pasar diariamente cerca de 5.000 personas nacionales y extranjeras a visitar este lugar ancestral. Esto ha supuesto una acumulación desmesurada de basura, afectando negativamente al entorno y llegando a acumular 13 toneladas de residuos. La mayor parte es producto de las visitas turísticas.
El problema principal es que la basura llega con los visitantes pero no tiene la posibilidad de salir, ya que no tiene vías hacia Cuzco. El objetivo es lograr que Machu Picchu sea considerado en el futuro cercano una ciudad sostenible, que otorgue una alta calidad de vida a sus visitantes y que resguarde sus recursos naturales, mitigando el impacto negativo de la actividad humana.