Se acerca el fin de semana, los días feriados o la temporada vacacional y justo pescas un resfriado. ¿Coincidencia? Pues el psicólogo Ad Vingerhoets, profesor de la Universidad de Tilburg (Holanda), dice que no, ya que lo vivió en carne propia y a partir de allí comenzó a estudiar el fenómeno de la enfermedad del ocio, tiempo libre o vacaciones.
Luego de encuestar a unas 2000 personas, el especialista concluyó que el 3% padecía de dolores de cabeza, resfriados, náuseas y dolor muscular durante sus días libres, además encontró que las personas que compartían estos síntomas también coincidían con sus formas de actuar. Es decir, eran personas muy perfeccionistas en sus trabajos, se preocupaban por alcanzar objetivos bien definidos y súper responsables.
¿Por qué sucede?
A partir de sus estudios, Vingerhoets ha desarrollado tres teorías que podrían explicar por qué se produce esta enfermedad:
- El cambio de hábito durante las vacaciones, como las horas de sueño, el consumo de alcohol y café, pueden activar los síntomas.
- La obsesión con el trabajo puede mantener a el cerebro tan ocupado como para que haga caso omiso a las señales del cuerpo. Así, una vez en reposo, los síntomas se manifiestan con más claridad.
- Al estar bajo grandes niveles de estrés, forzamos nuestro cuerpo y no le damos el descanso adecuado para recuperar energías. Ese gasto extra afecta nuestra salud y debilita las defensas del organismo.
Otros hallazgos
Tras Vingerhoets, otros expertos de la psicología se han interesado en estudiar la enfermedad del ocio y han descubierto que este padecimiento no solo perjudica a quienes trabajan en oficinas o fuera de sus casas, sino también a las amas de casa.
La vicepresidenta de la Asociación de Especialistas en Psicología Clínica, María Jesús González, explica que “una ama de casa, al ver sus días de vacaciones convertidos en más trabajo de lo mismo, puede sufrir un síndrome parecido”, según reseña la revista de salud Saber Vivir.
Por su parte, el doctor Manuel Juan, integrante de la Sociedad Española de Inmunología, destaca, en entrevista con la misma revista, que “no hay suficientes estudios como para generalizar. Es cierto que una ansiedad crónica afecta al sistema inmunológico y por tanto nos hace más vulnerables a las enfermedades, pero cuando ese estrés es puntual puede incluso incentivar las defensas. Se ha de estudiar caso por caso”.
Cómo evitarlo
Podrías aplicar algunas de estas recomendaciones para evitar sentirte mal en esos días de ocio.
La idea es que te vayas adaptando poco a poco, tanto física como mentalmente, a esos días de descanso. Debes dejar que todo fluya sin tener el control, con paciencia y amorosamente.
Nada de llevar trabajo a la casa, ni siquiera para adelantar. Recuerda que en ocasiones conviene desconectarte un poco para darle paso a nuevas ideas y energía.
Recuerda hidratarte y dar paseos, preferiblemente caminatas, para oxigenar el cerebro.
Tampoco es recomendable, en el caso de que vayas a viajar, que lo hagas de ni bien comienzan tus días libres. Un viaje también puede resultar estresante, así que lo mejor es que te relajes primero.
Cuida lo que comes y regálate unas horas más de sueño, todo tu ser te lo agradecerá.
Fuentes: