Muchas personas adquieren juguetes sexuales para poder utilizar en soledad o también en compañía. Estos artefactos están hechos para estar en contacto con la piel. El problema es que mucha veces se descuidan algunos de los materiales que se usan para su fabricación.
En esta problemática se basó un reciente estudio realizado en Alemania ya que, un grupo de especialistas detectó la presencia de sustancias nocivas en muchos de ellos.
Hasta ahora, no existen normas que establezcan valores límite en la fabricación de juguetes sexuales, pese a que los productos están obviamente en contacto con la piel y mucosas.
Los parámetros de estudio
Los investigadores de la fundación Warentest estudiaron los productos rigiéndose por los valores estándar permitidos para otro tipo de productos, como por ejemplo los juguetes para niños. El resultado fue sorprendente: algunos superaban el límite más de 100 veces, según consignó la agencia internacional DPA.
Además, el estudio se centró en revisar si existe alguna correlación entre calidad y precio. ¿Los juguetes sexuales más económicos contenían más sustancias nocivas o potencialmente nocivas? No. Esas sustancias se encuentran tanto en vibradores caros como en otros de menor precio. Al mismo tiempo, algunos de los más económicos no contenían ninguna sustancia nociva, mientras que otros accesorios carísimos sí tenían.
Un punto a aclarar refiere a un mito puntual: si al abrir un paquete con un juguete sexual, sientes un olor poco agradable, esto no necesariamente es un indicador de la presencia de sustancias nocivas. El análisis dio cuenta que ciertos olores no están vinculados a la composición de los accesorios.
La recomendación de Warentest es la siguiente: tras cada uso, debes lavar a fondo el juguete, a fin de evitar la propagación de gérmenes.
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