Perder a un ser querido es muy doloroso, y si se trata de un hijo es algo que realmente te cambia la vida por completo. La muerte de un hijo es un suceso que te marca, siempre lo tienes en tu memoria y tu corazón lentamente sangra, es una situación muy fuerte y difícil de superar, nunca lo vas a olvidar.La historia que te traemos hoy, precisamente hace referencia a un padre quien perdió a su hijo.William Jazwinski, iba en conduciendo su auto, cuando noto la presencia de un oficial quien lo seguía muy de cerca; esto alertó al joven, pero no dudo en parar a un costado de la carretera para saber qué infracción había cometido y quizás no se había dado cuenta.El policía se acercó y el joven preguntó inmediatamente que había pasado, el hombre le aclaro que no pasaba nada, solo le había llamado la atención la pegatina que estaba en la parte de atrás del coche, y sentía que debía darle las gracias por proteger al país.Esta situación causó en William asombro y le contó al oficial que había sido soldado en Irak durante más de un año. El policía le confió que uno de sus hijos también había prestado este servicio al país, pero que no había regresado nunca a casa y que él y su esposa lo extrañaban mucho; le dijo también, que en cada joven que se encontraba, veía a su hijo.El corazón de William se conmovió por lo que el hombre relataba y sintió la necesidad de darle el pésame, quizás no podía entender la magnitud del dolor de aquel padre; pero si él no hubiese regresado a casa, sus padres estuvieran sintiéndose tan mal como el policía, pudo comprender así un poco, tanto dolor.Las lágrimas se asomaron en los ojos del oficial y la tristeza era más evidente aun; William le preguntó qué pasaba y él le dijo, que la bandera que tenía en la luna delantera de su auto, era similar a la que le entregaron el día que le dieron la fatal noticia de su hijo.Le pidió entonces a William, que le permitiera darle un abrazo; pues le había recordado mucho a su hijo. Este joven con el corazón arrugado, se bajó del auto y en un cálido abrazo, le transmitió todo su respeto y comprensión. Un abrazo que indudablemente también lo ayudaba a él, pues precisamente regresaba de una terapia de rehabilitación, por el síndrome postraumático que presentaba.Al llegar a casa, quiso compartir su historia en Facebook y ya se ha compartido más de 180000 veces.Un abrazo, es capaz de hacernos sentir vitales, es un pequeño gesto que te imprime una grata sensación de alivio, tranquilidad, esperanza y apoyo, ¡Da y recibe abrazos!