Matar no se trata solamente de ocasionar lesiones físicas en alguien para cegarle la vida, podemos matar de muchas maneras, y tristemente los seres humanos parece que hemos olvidado lo que es el respeto, tolerancia y aceptación. Nos creemos dueños del universo y jueces para señalar y acusar, sin importar las consecuencias de nuestras acciones.Los niños suelen ser muy crueles o sinceros, dicen sin pensar lo que sienten o ven y vaya que pueden causar la más grande herida en la persona a quien dirigen sus verdades. Una realidad que se evidencia en las instituciones educativas generalmente, donde al observar a algún niño diferente, no se hacen esperar las burlas y señalamientos.Sarah Atwell, sabe muy bien de lo que estamos hablando, pues su aspecto físico le ocasionó  grandes sufrimiento y rechazo. Pudo vivir en carne propia lo que es estar en boca de todos y sentir la burla de los demás, una situación que a pesar de ser difícil, supo enfrentar con la más grande valentía y  hacerse fuerte para no dejarse lastimar.Su rostro lucía diferente al de los demás, por tal razón fue llamada como la niña más fea del mundo. Un título que se gano por padecer una extraña enfermedad que se conoce como neurofibromatosis, la cual le genera salida simultánea de tumores que invaden su cuerpo. Afortunadamente son tumores benignos que no comprometen la vida de la adolescente.Pero aunque su vida no corre riesgo por esta enfermedad, el caso de esta chica es muy fuerte, pues los tumores le han salido en su rostro y la deformidad que con el tiempo va mostrando hace estragos en su parte estética y psicológica, ya que tiene que lidiar diariamente con su aspecto y tratar de incluirse en una sociedad, donde te cierran las puertas cuando no cuentas con su aprobación.Para Sarah la vida le dio un gran regalo y una gran sorpresa, pues unos especialistas al saber de su caso le dieron todo su apoyo y decidieron intervenir quirúrgicamente, fueron necesarias tres operaciones para darle a esta joven un rostro tan bello como su alma.

Hoy la historia es otra para la chica, todo en ella es perfecto, luce verdaderamente bella y quienes la observan solo tendrán en su mirada un gesto de admiración, lejos quedaron las burlas, nada volverá hacer como antes. Algo muy merecido y justo para quien asumió con tanta fuerza una condición por la que recibió tantos atropellos.