Ya es hora de entender que los animales también merecen respeto, deben cuidarse y darles todos lo necesario para que estén bien, no podemos pretender ser los únicos en el mundo dignos de respeto, debemos abrir un poco más nuestra mente e ir mucho más allá.Y es que a los animales parece que los tomamos como un objeto. Muchos de ellos son sacrificados para obtener de sus pieles, diferentes prendas de vestir o accesorios para presumir. Otros son nuestro alimento y otros están en circos amaestrados brutalmente, para lucrar los bolsillos de sus dueños.Por esta razón Lush una compañía de cosméticos realizó una muy creativa campaña para hacer una llamado de atención y mostrar de esta manera los terribles experimentos a los que someten algunos animales para elaborar sus productos.Esta fue una genial idea donde intervinieron artistas que voluntariamente se presentaron, pues el motivo les pareció razonable y oportuno.Una de ellas fue una joven de Oxford de 24 años, Jacqueline. Hizo una demostración de cómo obligan a los animales a consumir algunos productos, sostuvieron su boca abierta fijando una cinta elástica unos enganches de acero que se aseguraban detrás de la cabeza. Náuseas y ansiedad es lo que esto le provocó, con los animales sucede lo mismo.Seguidamente tomaron a la chica y en sus ojos le rociaron productos químicos, los gritos fueron tan bestiales, que los que observaban esta escena sentían escalofrío por todo su cuerpo. No conformes con esto luego le pasaron una máquina y le cortaron todo su pelo, todo esto daba pánico y en el común de las personas se observaba su desagrado.Fueron 10 horas de tortura para Jacqueline, ella había firmado un contrato y tenía conocimiento de todo lo que le debía pasar. Iba a reflejar todo a lo que se someten diariamente a muchos animales, una tortura que para ella fue muy difícil de asumir, pero terminó y pudo volver a su casa, lo que no sucede con los desafortunados animales.Muchas personas se acercaron a observar lo que allí sucedía, los comentarios dejaban notar su dolor en saber lo que los animales estaban experimentando y cuando dolor se les ocasionaba. Algo que aun en Estados Unidos es una práctica permitida y que sin importar la vida de otro se vivo, se interesan por seguir con estos procedimientos ocasionando tanto daño.