Sentir amor y pasión por lo que se hace es fundamental para que salga bien, pues sin duda alguna el amor es lo que mueve la energía positiva para que el éxito sea la expectativa alcanzada en todo cuanto nos tracemos en la vida, indiscutiblemente las dificultades se presentan, pero son  más fáciles de superar cuando en verdad se ama lo que se hace.Y esto nos lo ha dejado bien claro, la nieta del muy conocido tenor Luciano Pavarotti quien ya hace algún tiempo dejó este mundo terrenal, pero indudablemente dejó un legado muy especial y una nieta quien se ha encargado de hacerle honor a su nombre, y en su voz un merecido aplauso para quien era su abuelo.Cuando María Cristina Cracium apenas de 11 años subió al escenario, nadie podía ni siquiera imaginar lo que en un momento escucharon, la interpretación que esta pequeña hizo de la canción Caruso, fue simplemente espectacular. Quienes la escucharon no podían contener sus lágrimas, admirados con el talento de esta niña y recordando a Pavarotti un ser muy especial.https://youtu.be/Tn9E2wDxp40Que orgulloso debe sentirse el inolvidable tenor privilegiado, y honrado al escuchar cada nota emitida por su linda nieta quien a viva voz y en una bella melodía, dejó muy claro ver que tiene como regalo una gran herencia que su abuelo le dejó, una voz impecable y muy bien tratada, con la contundencia que solo los grandes saben ejecutar.El talento de María es impresionante, la armonía que sigue en toda su interpretación, el sentimiento que le da a esta hermosa canción, puede quitarte el aliento y trasladarte a una órbita especial, donde solo hace falta la voz de esta linda niña y tu oído, para dejarse llevar por el  compás de tan linda música.Este es un claro ejemplo de la herencia musical que corre por las venas de la nieta de Pavarotti, el buen gusto por la música y las habilidades fenomenales que él poseía, para hacerse notar y ganarse la fama y el prestigio que durante tantos años cultivó, hoy nos dan un claro mensaje, él sigue vivo en la voz de la pequeña niña.Podemos tomar a Mario como un regalo divino, comprender que su abuelo ya no está, pero nos ha dejado la voz de su nieta. Que sin duda de ahora en adelante la escucharemos una y otra vez, pues bien vale la pena, cuando se cuenta con la fortuna de tener un talento tan fenomenal.